Devastada por los bombardeos de las tropas aliadas durante la II Guerra Mundial, la ciudad de Saint-Nazaire, situada en la desembocadura del Loira, en la costa francesa del Atlántico, está abordando un programa de renovación después de muchos años de abandono. Sobre los restos de una antigua estación de tren destruida en la contienda europea, el estudio de Karine Herman y Jérôme Sigwalt se ha inspirado en las construcciones del entorno para diseñar un teatro cuyas fachadas en hormigón están decoradas con un patrón floral inspirado en motivos textiles del siglo XVII. Los volúmenes rotundos del nuevo teatro evocan las formas de un búnker cercano y el acceso al recinto tiene lugar a través de una arquería de piedra del edificio original.
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