Una vertiente de líquidos cloacales emergió el martes por la tarde, a siete metros de profundidad, en un caño colector de la red ubicada sobre calle Bolivia, a la vera de la Ruta 22.
El derrumbe de un caño de asbesto cemento de más de medio siglo volvió a colapsar el sistema en toda la ciudad a sólo un mes de que finalizara la obra de reparación de ese mismo tramo a no más de una cuadra.
Los vecinos que residen en inmediaciones de calle Bolivia, entre Buenos Aires y La Pampa, comenzaron a advertir el mismo día de Navidad que algo no andaba bien. Un hilo de residuos cloacales se transformó en minutos en un gran flujo de líquidos que comenzó a emerger en medio de la calle.
Rápidamente les vino a la memoria lo que había sucedido hace más de un año y medio a sólo cien metros cuando un caño de la red troncal se rompió y estuvieron 10 meses para repararlo. Cambiar los 180 metros de cañería demandó más de un millón de pesos.
El titular de la empresa ARSA, Roger García, aseguró que la cañería no sólo en Roca sino en otras zonas de la provincia tienen entre 50 y 60 años y que durante todo ese tiempo ha carecido de un mantenimiento adecuado. Temporalmente ya se instaló un by pass –un sistema de bombeo que llevará los líquidos hasta un desagüe– hasta tanto se concrete la obra de reparación de ese tramo del ducto.
“La obra ya estaba prevista y hace 15 ó 20 días habíamos iniciado el proceso licitatorio para cambiar esa cañería”, explicó García.
La carpeta con la licitación para la renovación del tramo en las calles Buenos Aires y Bolivia incluyen el recambio de 555 metros de cañería, los 12 empalmes con las bocas de registro existentes y reposición del enripiado y pavimento. El presupuesto oficial estimado inicialmente asciende a los 2,3 millones de pesos. Y según García intentarán acortar los tiempos pare evitar mayores problemas a los vecinos.
Fuente: Rio Negro
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