Las grúas hace tiempo que dejaron de formar parte del paisaje de cientos de municipios españoles. Algunas todavía se mantienen en pie. La mayoría son testigos de sueños frustrados de promotores y compradores. Otras, por el contrario, siguen trabajando con el objetivo de sacar adelante los pocos proyectos que están actualmente en marcha por todo el territorio español.
La parálisis del sector es total. En 2012 apenas se habrán iniciado en España 46.000
viviendas, según estimaciones de Sociedad de Tasación a partir de datos del Ministerio de Fomento. Casi un 95% menos que en plena histeria constructora, en 2006, cuando se iniciaron en España casi 800.000
viviendas, 17 veces más que el ejercicio que acabamos de despedir.
Nunca se habían construido tan pocas viviendas como ahora. De hecho, ni siquiera sumando las cifras de los tres últimos cinco años –en torno a 615.000 viviendas iniciadas entre 2008 y 2012- se alcanzarían las cifras pre-crisis.
Sólo en 2012 se habrán iniciado la mitad de viviendas que un año antes y casi un tercio que hace tres años.
Una caída en picado
Tal y como puede apreciarse en el gráfico, la caída en picado de las
viviendas iniciadas y proyectos se produjo en 2008. Ese mismo año, las
viviendas terminadas se mantuvieron estables ya que las obras tardan un par de años en finalizar por lo que el parón inmobiliario y la caída en picado se observó a principios de 2009.
El sector inmobiliario español ha entrado en
un círculo vicioso del que le va a costar varios años en salir. En un entorno de
crisis como el actual, la
demanda se ha contraído y apenas hay
financiación ni para comprar –salvo para inmuebles en manos de la banca- ni para construir.
Sin
financiación, ni se compra ni se vende. Sin financiación, ni se vende ni se construye. Una combinación explosiva que está provocando caídas en picado de todos los indicadores. La construcción de viviendas es sólo uno de ellos.
La concesión de hipotecas y el consumo de cemento se encuentran por los suelos, mientras que la venta de viviendas también se ha
desplomado, como puede apreciarse en el gráfico inferior. Sólo los incentivos fiscales han conseguido un cierto impulso de las operaciones en la recta final de 2012, tal y como sucedió un año antes.
Las caídas de precios se aceleranEl impacto sobre los
precios también ha sido inmediato. La contracción de la demanda ha provocado una fuerte corrección de precios tanto en
vivienda nueva como de
segunda mano. Muchas entidades han puesto en marcha durante los últimos meses estrategias basadas en agresivas rebajas de precios arrastrando a muchos particulares que necesitan vender sus viviendas.
Respecto a la
vivienda nueva, las caídas durante 2012 rozan el 7%, lo que supone un descenso del 33,5% desde máximos, según los datos avanzados hoy por Sociedad de Tasación. “Esta caída desde máximos equivale a un 50,4% de la revalorización de los activos, lo que nos sitúa en niveles de principios de 2003”, apunta la tasadora.
El impacto sobre la
segunda mano ha sido mayor. Recordemos que la mayoría de los
inmuebles en manos de la banca se consideran, en términos fiscales de segunda transmisión. Y es precisamente en este segmento donde la lucha de precios entre entidades y particulares ha sido mayor. Según idealista.com, el p
recio de la vivienda usada en España no ha dejado de caer en 2012 y ha acabado el año con una bajada del 10,2%.
M?s en la secci?n de VIVIENDA
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